Creer que la dueña de tu vida
es una institución sin sentimientos.
Ya no soy la niña que mira
correr las gotas de lluvia
por la ventana del coche
y juega con muñecos del trastero.
Indiferente y ajena
a la injusticia y al odio.
Ya no vivo para nadie.
Ni me escondo por miedo.
Si tengo voz y grito
es porque hoy puedo,
y lo hago por todas
las que no pudieron.
@sofiarastelli.writes